
El escritor italiano Giovanni Boccaccio, hijo ilegítimo de una francesa y un banquero florentino, nació en París en 1313 y murió en Certaldo, al sur de Florencia, en 1375. Pasó sus primeros años con su padre y su madrastra y en 1325 se trasladó a Nápoles a estudiar Derecho canónico, en contra de la voluntad de su padre, que quería que aprendiera la profesión de banquero. Pronto se introdujo en la corte napolitana, donde se dedicó a la vida mundana y a la literatura más que a sus estudios. Después de viajar por varias de las pequeñas cortes italianas, desempeñando funciones de secretario y diplomático, en 1341 regresó a Florencia. En esta ciudad vivió absorbido en gran parte por su labor de humanista. Su profundo estudio de Dante, dio como fruto unos comentarios a la Divina Comedia (1373), trabajo por el que puede ser considerado el primer historiador de la literatura.
Las primeras obras de Boccaccio en italiano (hacia 1340) están escritas en el estilo de la época, retórico y dado a los temas mitológicos: Filocolo; Ameto, novela pastoril; Fiammetta, dedicada a su amada, y poemas diversos.
El Decamerón, su gran obra, escrita hacia 1350, poco después de los estragos de la peste negra, muestra ya un estilo completamente diferente. Siete mujeres y tres hombres se refugian en una casa de campo de las cercanías de Florencia para huir de la peste que asolaba la región . Para pasar el tiempo cuentan historias sobre los temas más diversos, situación que Boccaccio aprovecha para dar cohesión a la obra. Los cien cuentos que integran el Decamerón abarcan prácticamente todos los aspectos de la vida. Muchos de ellos son un perfecto exponente de la literatura amorosa del Renacimiento, en la que se combina la ironía, lo picaresco, el afán de aventuras y un fino sentido del humor.
En muchos casos, las historias son poco más que anécdotas y, con frecuencia, los temas están tomados de la tradición oral.
Boccaccio los narra en una prosa armoniosa y elegante que creó todo un estilo, hasta convertirlos en auténticas obras de arte.
Boccaccio sintió hacia 1360 una profunda crisis metafísica que le convirtió en un hombre piadoso. Ello no impidió que se le considerara como el creador de la prosa italiana y como el maestro del relato breve. El Decamerón, magnífica obra costumbrista de gran sensualidad, se convirtió con el tiempo en una valiosa fuente de inspiración para escritores en busca de ideas para sus novelas y dramas.
Los narradores del Decamerón:
loa narradores del Decamerón son diez jóvenes, siete mujeres y tres hombres, que para huir de la peste que asoló Florencia en 1348 se refugiaron en una casa de campo. En las cálidas horas de la terde se sentaban a la sombra y se contaban cuentos unos a otros. En diez días( Decamerón significa diez días) relataron así los cien cuentos que componen la obra.
Durante mucho tiempo, Decamerón tuvo fama de ser una obra frívola e indecente, opinión compartida por el propio Boccaccio. En los últimos años de su vida se arrepintió de las costumbres pecaminosas de su juventud, entre las que incluía su actividad literaria. El retrato ( pintado unos cien años después por Andrea del Castagno) representa a Boccaccio exhibiendo orgullosamente su libro. En la realidad es muy improbable que hubiera actuado así, pues incluso previno a sus amigos contra la lectura del Decamerón.
Las escenas eróticas sirvieron de fuente de inspiración a los muchos ilustradores del Decamerón.
La época en la que vivió el autor Giovanni Boccaccio:
En el siglo XIV pasó la cosa más terrible de la historia de la humanidad. Entre el año 1348 y 1400 fallecieron muchas personas a causa de la “peste negra”. Por desgracia el autor Giovanni Boccaccio falleció en el año 1375, es decir, en la época “maldita”.la gente en esa época (en la edad media) se defendía de las bacterias a través de su sistema inmunológico, sin los medicamentos de hoy e día.
La “peste negra” no solo causó esto sino también la contaminación de los pozos, las calles pobladas de cerdos y ratas y una gran falta de atención sanitaria. Pero lo peor de todo no fue solo esto, sino, también la peste bubónica, una enfermedad contra la que los europeos del siglo XIV carecían completamente de defensas.
Otro problema bastante más grave fue el de los muertos. Murieron profisionistas que entraron en contacto con los muertos. La artesanía sufrió unas grandes pérdidas por la muerte de los maestros, quienes eran que transmitían sus conocimientos a los aprendices.
Los hombres de aquella época estaban convencidos de que la podredumbre del alma se reflejaba en el cuerpo, por su mero aspecto corporal, se consideraban pecadores.
Durante medio siglo la peste volvió otra vez (regresó cada cuatro o cinco años), el despoblamiento que causó la peste provocó un auge generalizado del nivel de la vida en el siglos XV.





